¿Dentro del Rock and Roll entra todo? Joe Satriani.

Pese a tenerlo enlazado como rss a la izquierda de la pantalla (R’N’R NEWS), no me resisto a ponerlo dentro del Rocketón.

Esta frase, DENTRO DEL R’N’R ENTRA TODO, está sacada de una entrevista a Joe Satriani, virtuoso de la guitarra donde los haya, que página12 publica hoy mismo . Viniendo de un tipo como él, tal afirmación es asumible; no se ve voluntad de justificar lo injustificable.

Pero en este país de música basura, en el que cualquier pelagatos se reivindica del Rock and Roll, semejantes palabras son dinamita.

No dudo yo de la bondad del bueno de Satriani, valga la redundancia, pero es que me viene a la cabeza el último «Rock in Rio», que ya me contarás que tenía de Rock y los gritos del cantante de El canto del loco preguntando a la gente «¿queréis Rock and Roll?» y claro, uno se estremece.

Difícil debate éste. ¿Dónde empieza y dónde acaba el Rock and Roll?

Bueno, de lo que no cabe duda es que lo que hace Satriani es Rock and Roll con mayúsculas.

Que lo disfrutéis.

ENJOY THE GOOD MUSIC.

Joe Satriani. Summer Song (Live 2006)

Voilá la entrevista.

“Cuando un artista termina de grabar un disco, sabe que tiene una sola opción por delante: grabar discos para siempre. Por eso se produce una gran tristeza cuando tenés que terminarlo y mover todo a otro lado, a otro lugar. Para mí, cada disco es una especie de negocio sin terminar. Ahora estoy muy feliz de poder haber hecho este álbum y ése es el regalo”.

–¿Aún quiere rock and roll?

–Sí. Es mi estilo porque, en el momento y en el lugar en que crecí, el rock and roll era un estilo muy natural de música y entonces debía ser muy cercano para alguien como yo. El estilo del rock es el más complejo de todos. Vos podés traer cualquier estilo alrededor del mundo y entra en el rock. El rock es como un paraguas de estilos, y debajo de ese paraguas se encuentra todo tipo de música. El rock es divertido para tocar porque es único.

–Ya vino varias veces a tocar a la Argentina, solo y con el G3, donde tiene un público muy fiel que siempre llena las salas. ¿Pensó en pedir la doble nacionalidad?

–Ja, ja, ja, realmente es buenísimo estar en la Argentina, aunque reconozco que para mí ya es agradable la sensación de sentirse un ciudadano del mundo, sin lugar fijo. Es algo fantástico porque significa romper un poquito los bordes. Yo siempre he buscado regresar a la Argentina y cada vez que lo hacemos, ellos, los fans, están. Una y otra vez. Y es una sensación placentera. Ir a la Argentina desde un país como Estados Unidos significa un viaje muy excitante, y así lo vivimos cada vez que viajamos para allá; el hecho de meternos en la atmósfera del sur y quedarnos unos días en Buenos Aires siempre es divertido.

–¿Tiene miedo de despertarse una mañana y no tener nada nuevo para aprender de la guitarra?

–Hmmm (piensa un rato). ¡Espero que eso nunca me pase! (risas). La música es algo que refleja el espíritu humano y siempre habrá sentimientos genuinos en la música y hacia la música, y también habrá eternos aprendizajes acerca de cómo tocar mejor la guitarra.

–¿Es más difícil ser cálido y profundo con una guitarra acústica, o veloz y preciso con una eléctrica?

–Probablemente sea más difícil ser suave, cálido y profundo con una guitarra acústica. La técnica puede ser decisiva en un momento dado porque la gente se suele impresionar por cosas como tocar rápido, justo y a un volumen muy alto; lo puede conseguir una guitarra eléctrica muy fácilmente. Pero las canciones más difíciles de tocar son las más tiernas. He dedicado mucho tiempo en todos mis discos colocando canciones como “Always with me, Always with you”, “Love Thing”, “Come on, Baby”. Bueno, he atravesado los últimos veinte años haciendo algunas baladas porque son un desafío artístico y una recompensa personal. Y creo que es lo más difícil de tocar. Hacerlo a gran velocidad sólo requiere práctica y energía.

–¿Puede estar lejos de la guitarra por algunas semanas?

–Sí, puedo dejarla sola un tiempo y pienso que de hecho es una buena idea alejarse de ella, porque tocar la guitarra es un esfuerzo básicamente físico. Imaginate cómo queda el cuerpo después de tres meses de gira, con shows de dos horas y media por noche, dormir en la ruta y viajar mucho. A veces lo mejor cuando finalizás un tour es pasar un tiempo durmiendo, salir a divertirte, nadar, surfear, lo que sea. Eso te ayuda físicamente porque dejás de tocar las mismas canciones todas las noches, lo cual trabaja directo sobre los huesos. A veces prefiero hacer eso por algunas semanas y parar un poco, así como limpiar la mente.

–¿Practica surf?

–Es divertido, porque nunca antes había hecho surf. Cuando me empecé a interesar por primera vez en el surf era muy joven. Yo crecí en una isla, que es Nueva York, donde pasamos todos los veranos nadando en el océano, pero nunca me gustó la idea de hacer surf con tabla. Y cuando comencé a meterme más de lleno en el tema, salimos de gira y no tuve tiempo de hacerlo, así que nunca pude aprender a surfear.

–Su carrera lo obliga a tener una agenda completa que incluye conciertos, entrevistas, viajes, fotos, promociones. ¿Existe una banda que hace tiempo tenga ganas de ver en vivo, pero que no pueda verla por estar ocupado justamente con todo lo anterior?

–Estuve esperando muy atento la reunión de Led Zeppelin y no me la iba a perder, pero la noche del concierto no pude ir porque estaba trabajando. Después tenía ganas de ver en vivo a Metallica y hace unos pocos días los dos estábamos tocando en la misma ciudad y en la misma noche, pero desafortunadamente no pude dejar mi show e ir a verlos (risas). A veces pasa; querés ir a ver bandas que te gustan, pero tu trabajo te lo impide.

–Muchos críticos coinciden en que Jimi Hendrix fue la primera revolución de la guitarra eléctrica. ¿Encontró en todos estos años algún punto de quiebre revolucionario en el instrumento?

–A ver… Jimi fue un increíble innovador, por eso es muy difícil pensar que alguien pueda llegar a hacer lo que hizo Jimi, así como imitar lo que hizo Les Paul. Creo que los dos fueron los principales innovadores del último siglo, porque hubo un cambio social y un cambio tecnológico, que se unieron para producir eso. Algo diferente tendrá que pasar en la sociedad o en el mundo tecnológico para que aquello se vuelva a repetir, porque estos dos chicos hacían cosas inusuales. Probablemente los dos tipos que intentaron algo diferente en este tiempo sean Tom Morello de Rage Against The Machine y The Edge de U2. Cuando ellos tocan una canción, la guitarra es marcadamente diferente y reconocible, como cuando la tocan Jimi Hendrix, Jeff Beck, Jimmy Page o Eddie Cochran. Hoy podés encontrar chicos tocando temas de Rage Against The Machine o U2 y para ellos es algo completamente normal, porque es un nuevo estilo de guitarristas. Pero tiene que suceder algo parecido a lo que sucedió a finales de la década del ’60; tiene que pasar otra vez para que podamos producir algo como Jimi Hendrix.